La influencia que pueden ejercer nuestros profesores de escuela en nosotros creo que es poderosa e importante en nuestro desarrollo y cómo también en ese preciso momento somos capaces de recibir esos conocimientos de una manera más receptiva o dejar pasar la oportunidad de explorar.
Y así fue cuando uno realicé mi primer encargo cuando tenía como 15 años, la idea era realizar un logo de nuestro nombre, y me fascinó la exploración:

Luego mi primer trabajo con cliente real en la Universidad Católica de Chile en la Escuela de Diseño fue a partir de un taller que trabajabamos de manera global la Identidad Corporativa de una empresa, empezando con un estudio de ella: sus necesidades, debilidades, es decir, realizando el DAFO.


Y cuando decidí realizar mi proyecto de Título quise tocar el tema de la Miel, un producto que no ha sido abarcado en el ámbito de su presentación frente a un consumidor cada vez más exigente. La miel siempre se muestra artesanal y muy débil de imagen, son pocas las empresas que muestran un valor agregado a través de la marca, la etiqueta, el tipo de producto, el packaging, etc. Y eso fue lo que me hice cargo en mi proyecto y me dediqué a explorar, conocer, desarrollar, diseñar, logrando sin ese objetivo, una distinción máxima en la Universidad.


Lo que me gusta del Branding es lograr leer la mente del cliente, escucharlo, saber lo que realmente necesita, y además el desafio de lograr una imagen que sintetice esta inquietud, anhelo, ganas de proyectarse. El poder que tiene una imagen en la captación de clientes, a través de líneas simples, concretas y claras. Lo primordial es que se entienda el mensaje.