La experiencia en moda fue un gran paréntesis como diseñadora integral en mi carrera. Y ahora en este post profundizaré un poco más en ella.
Lo que empezó como una exploración en el diseño y la materialización en una prenda femenina, terminó siendo algo que fue tomando fuerza y reconocimiento.
Y empecé todo el proyecto desde la construcción de marca, armando todo un lenguaje visual novedoso donde trabajé desde la web, las redes sociales, las fotografías, y en paralelo trabajaba el diseño de la prenda en su conjunto, el estilo que quería proyectar, hasta el detalle del botón que usaría el vestido, abarqué casi todo el proceso, y creo que fue casi todo el proceso, lo único que me faltó fue coser!!. Luego preocuparme de la venta y la publicidad. Y era un vestido a medida, totalmente personalizado.
Comencé con una producción aproximada de 30 prendas, la mayoría vestidos, la cual dejé en un local de ropa, alquilando un miniespacio de colgador, y en seguida me escribieron para aparecer en una revista semanal, la más reconocida en mi país. Y de ahí fue un no parar.






En general fue una experiencia gratificante y enriquecedora. Donde aprendí mucho en todos los ámbitos del diseño y personalmente. Proyecto que dejé en pausa por temas de la vida. Y que nunca se sabe cuando volveré a tocar Play.